“Donde, cuando, como, en arquitectura hoy”
Eternas preguntas con las que se aprende a convivir mientras persigues tu sueño cotidiano. No hay respuesta. Quizás ahí esté la clave, que mantiene viva la ilusión. La falta de respuestas, la ausencia de certezas, la inexistencia de verdades indiscutibles, mantienen el espíritu despierto y atento a cuantas maravillas te rodean cada día. Cada nuevo milagro reaviva tu esperanza, cada paso hace más apasionante el camino, cada tropiezo te recuerda tu fragilidad y la necesidad de poner atención al suelo donde los cimientos de tus sueños y los de la gente que confía en tí. De esta forma cada día refuerzas tu compromiso con tus proyectos, pues cada descubrimiento despierta en ti la responsabilidad de descubrir en cada situación, en cada lugar, con cada persona, las claves imprescindibles que te aseguren la satisfacción del trabajo bien hecho. Consciente de la transcendencia de dicho descubrimiento, compones, estudias, analizas, reflexionas, observas, y vuelves a empezar, hasta tener la certeza, de que en esas condiciones las posibilidades de culminar un proyecto con éxito, son lo suficientemente altas como para desencadenar el proceso que finalmente será la consecución del sueño de alguien que confió en ti para que le acompañaras en un proceso tan delicado.
Consciente de las repercusiones de la arquitectura en la vida de las personas, aceptas el reto, de proyectar con un compromiso de búsqueda del equilibrio. Equilibrio que se da a diferentes escalas, en diferentes planos, unos tangibles y otros menos evidentes, y con todo ello, tratas de hilvanar un proceso, que sirva para lo que fue proyectado, y dialogue con todo aquello que le rodea y se adapte con agilidad al futuro.
Un año más que termina, profundamente agradecido a clientes que confiaron, en una forma de hacer arquitectura, que trata de ser comprometida, sincera y honesta hasta el más pequeño de los detalles. Un año lleno de experiencias muy reveladoras de cara siempre a un muy esperanzador futuro.
Recordando siempre que el presente nos ofrece las herramientas necesarias para proyectar nuestro futuro.